El más antiguo mito de la creación es el Enuma elis (cuando arriba), escrito en tablas cuneiformes 15 siglos aC en Babilonia. Relata el nacimiento del mundo a partir del Caos: en el principio estaban mezcladas el agua del mar (la diosa Ti'amat), el agua de los ríos (el dios Apsu) y la niebla (el sirviente Mummu). Ti'amat y Apsu engendraron a Lahmu y Lahamu, dioses que representaban el sedimento, y éstos engendraron a Anshar y Kishar, los dos horizontes —entendidos como el límite del cielo y el límite de la Tierra —. En aquellos tiempos, el cielo (Anu) y la Tierra (Enlil) estaban unidos. Según la versión asiria, el dios de los vientos, Marduk, sobre una carroza dorada - armado con un arco y flechas - se enfrentó a Ti'amat, serpiente del mal, la atrapó en su redes y antes de que ella pudiese crear a otro monstruo, (ese era su poder), Marduk tiró una flecha abajo de su garganta y la mató. Luego tomó el cuerpo de Tiamat y lo partio en dos; con una mitad del cuerpo creó la luna para guardar a los cielos, y la fijó para que se moviese hacia adelante y hacia atrás. Con la otra mitad de Tiamat hizo la tierra y con la sangre de los ojos del monstruo, hizo fluir los ríos Tigris y el Éufrates. Marduk, luego, plantó los campos de grano y bendijo la tierra con lluvia y vacas e hizo bosques y huertas enormes obligando a que los dioses que habían apoyado a Tiamat tuviesen que trabajar los campos como castigo. Estos dioses pronto se quejaron de todo el trabajo que tuvieron que hacer. Quemaron sus campos y cestas en protesta. Marduk, con mucha habilidad, les ofreció un acuerdo. Si le reconocían como su jefe supremo de todos los dioses, él crearía unos seres para el trabajo. Los dioses aceptaron y así Marduk creo a los seres humanos para labrar la tierra, usar la azada, tender los canales y los animales, y para adorar a todos los dioses en los festivales. Impresionados, y según lo prometido, los dioses concedieron Marduk el título permanente de líder de la asamblea de todos los dioses. Desde ese día, el símbolo de Marduk fue la daga serrada, aquella arma que le ayudaba a mantener el orden los cielos.
Tiamat: la Diosa de las Aguas y Serpiente del Caos
Alegoría moderna de Tiamat
Ilustración de Marduk luchando con Tiamat
Pazuzu, un poderoso demonio sumerio habitante de los desiertos y con rasgos de diferentes animales, incluyendo una cola de escorpión. Aunque maligno, podía ser un importante aliado frente a las plagas y otros desastres naturales. Demonio que en el clásico de terror El Exorcista (1973) de William Friedkin, se enfrenta contra un sacerdote y arqueólogo que lucha por salvar a una niña USA, víctima de este demonio sumerio. A continuación, la escena inicial en la que se establece la lucha entre los dos.
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