Hacia 1971, Andrew Lloyd Weber (UK 1948) y Timothy Miles Rice (UK 1944) dos jóvenes compositores con mediano éxito por entonces, presentaban al mundo una de las más controversiales obras de Broadway: Jesus Christ Superstar, una ópera rock basada en los últimos días de nuestro Señor, sumando ganancias y críticas positivas a la placa discográfica anteriormente publicada (1970) por la ya famosa dupla. 40 años después, Jesus Christ Superstar (la obra musical y teatral), se ha convertido en un fenómeno pop de la contracultura posmoderna occidental.
Quedó atrás el tremendo revuelo que se armó en los grupos más conservadores y retrógrados de la Iglesia. Para ellos, Jesus Christ Superstar, era nada menos que una creación del demonio (de aquel que según Cipriani anda suelto por Lima). Era un sacrilegio execrable el presentar, no sólo a un Jesús rodeado de hippies anacrónicos soltando gallos metaleros (la voz reclutada para la grabación fue la de Ian Gillian, cantante del super grupo de hard rock Deep Purple), sino también sugerir que una muy latina María Magdalena estuviese enamorada de Cristo, de que Judas fuese un conspirador negro y que el Sanedrín mismo haya participado de una conspiración vs Jesús.
El escándalo llegó a ribetes heréticos al estrenarse la película (1973) dirigida por Norman Jewinson (casualmente Jewish:judío y son: hijo) y protagonizada por Ted Neely basada en la misma ópera rock. La propuesta cinematográfica poseía un tratamiento visual muy sui generis (recuerdo el shock cognitivo que tuve cuando la vi x primera vez). Muy anacrónico y ecléctico. Utilizando mucho del hippismo (el bus inicial a lo Woodstock que transporta a una comunidad de actores al desierto) sesentero, una escenografía y vestimenta digna de películas de clase B (así los soldados se cubren con armadura de latones, los drag queen de la corte de Herodes, con pelucas chillonas, los miembros del sanedrín con risibles bolsas negras como mitras..) y con tanques y metralletas como metáforas del poderío romano.
Ted Neely, interpretando a Jesús, logra una performance muy rigurosa y desgarradora, muy de acorde a la original creación vocal de Ian Gillian (quien desechó participar en el proyecto). Por otra parte, Carl Anderson, o sea Judas, es, de hecho, quien se roba muchas escenas ofreciendo un contrapunto útil para los propósitos del argumento: el hecho de ser el único apóstol negro ofrecía subliminalmente, no una afrenta discriminadora, sino una metáfora de la lucha política antisistema, propia de las entonces brigadas de Panteras pertenecientes al Black Power. Recordemos que Judas es la figura que cuestiona desde el principio (Heaven on their minds & Superstar) la “revolución” pacifista de Jesús:
Heaven on their minds (Paraíso en sus mentes)
Yo recuerdo cuando todo empezó:
Te llamábamos hombre y no Dios.
Y te juro que aún cuentas con mi admiración.
Pero a tu revolución todos le dan otra intención.
Si ven el error te matarán.
Oye, Cristo, ¿no te importa tu pueblo?
¿no ves cómo pisotean mi suelo?
Es la ocupación y la total humillación.
Yo temo a la multitud.
El gritar es su virtud.
Su entusiasmo, nuestra perdición.
Para nuestra revolución.
Oye, Cristo, yo te quiero pedir.
Que recuerdes que debemos vivir.
Y ahora sé que la victoria no es posible.
Tus adeptos están ciegos,
sólo piensan en tus cielos.
Te seguí para una gran misión.
Y ahora todo es decepción.
Oye, Cristo, yo te quiero advertir,
que me escuches a mí.
Superstar
Cuanto más te miro, menos puedo entender,
¿por qué has dicho no a lo que supiste emprender ?
Hubieras podido realizar nuestro sueño.
¿Cómo no viniste en otro tiempo o lugar ?
Hoy, con tantos medios de comunicación,
hubieras podido levantar una nación,
quiero preguntarlo, quisiera saberlo
Este duro reclamo de Judas contrasta armoniosamente con las bellas interpretaciones de Yvonne Elliman, la María Magdalena de la historia: Everything’s alright, I don’t know how to love him, Could we start again, please?” sin duda son los super singles de la obra.
Todo estará en paz (Everything’s alright)
Calmaré tu fiebre.
Con ungüento te ungiré, verás que
nada va a pasar, todo estará en paz.
Porque el nardo apagará tu sed.
Y el perfume aliviará tus pies.
Duerme bien, duerme bien.
Con el sueño podrás olvidar.
Nada va a pasar. Todo estará en paz.
Es más que amor (I Don't Know How To Love Him)
Yo no sé como amarle,
ni qué hacer, como hablarle.
Él cambió, algo en mí.
Ya no soy la misma, soy otra mujer,
desde que él me miró.
No puedo comprenderlo,
me emociono con verlo.
Sólo vivo por verte.
Pero no esperaba nunca verte así.
Sin ti no soy nada,
ya no sé que hacer.
Di que ha sido un sueño.
Sólo quiero seguirte,
pero ahora tu camino se rompió ;
tengo el alma triste
por esta visión.
Di que ha sido un sueño.
Ahora lo comprendo.
Antes yo no sabía la verdad de tu misión.
Empieza de nuevo.
Se puede intentar,
todo ha sido un sueño.
Para mí, hay tres momentos highlights en la obra: primero, “Hosanna”, tanto por el carácter de himno apoteósico que posee como por la magistral simpleza lírica que hace referencia a la tan compleja pugna entre el sanedrín liderado por Caifás (Bob Bingham) y el ya peligrosamente popular Jesús dispuesto a brindar su Sermón en la montaña..
Hossana
Caifás :
Di a esa gente que se calle
si no quieren perecer.
Tanto clamor, es un error.
No permitas su canción,
es una manifestación.
Deben callar, no blasfemar.
Coro :
Hosanna, Hey Sanna Sanna Sanna Ho.
Sanna Hey Sanna Ho Sanna.
Oh, Jesús, Jesús, yo seré tu cruz.
Sanna Ho Sanna Hey Superstar.
Jesús :
¿No pretenderás al pueblo callar ?
Nadie podrá nunca detenerlos.
Si todas estas lenguas pudieras arrancar,
hasta las piedras querrían cantar.
La Canción de Herodes, es otra composición genial que transmite a ritmo de ragtime la contagiosa alegría banal que en la corte del gobernador de Jerusalén existía, mas el cambio dramático que sufre la canción en su última estrofa carga de impotencia y tristeza al escucha-espectador que no sabe si seguir contagiándose con el ritmo frenético del ragtime o sufrir por el abuso verbal que Herodes infringe a un Jesús desvalido. Esta emoción es mucho más intensa y lograda en la versión española en la cual Dick Zappala interpreta a Herodes mil veces mejor que al del film original.
La Canción de Herodes
Oh, Jesús, que alegría tenerte aquí a mis pies,
tan famoso en pocos días, y ahora ya lo ves,
curas ciegos, devuelves la salud ;
y eres Dios, eres rey, eso te crees tú.
Así que eres Cristo, el gran Jesucristo,
si es verdad que eres divino, haz que el agua se haga vino,
y si lo consigues, sabré la verdad,
tendrás tu libertad.
En muy poco tiempo, tú has causado sensación,
dicen que eres de este año, gran revelación.
¡Ay, que pena, si nada es verdad !
Aunque sé, que estando aquí,
lo vas a demostrar.
Así que eres Cristo, el gran Jesucristo,
prueba tu fuerza divina, anda sobre mi piscina.
Y si lo consigues, sabré la verdad.
Vamos, no esperes más.
Quiero sólo que me pruebes que eres Superstar.
Y por qué los que te aclaman te han puesto un altar.
Quiero verlo, soy tu devoto fan.
¿Por qué no quieres convertir este palacio en pan ?
Si es verdad que eres Cristo, el gran Jesucristo,
y si eres más que rey,
vamos, hazlo de una vez.
¿Qué es lo que pasa, no te gusta mi casa ?
Vamos, ¡no esperes más !
Acaso me temes, Cristo, señor Jesucristo.
¡Vamos timo ! ¿Qué eres Dios ? ¡No me lo creo ni yo !
¡Fuera de aquí ! ¡Con bromitas a mí !
¡Fuera de aquí, falso !
¡Fuera de aquí, falso !
¡Fuera de aquí, falso rey !.
Por último, el Juicio. La melodía trepidante de Andrew al servicio de las dramáticas líneas del panfleto histórico-político que Tim supo crear como argumento es realmente de lujo. Barry Dennen interpreta a un Poncio Pilatos conflictuado que lucha entre no dejarse presionar por un pueblo frustrado que exige la muerte de Jesús y, a su vez, por no perder su autoridad y legitimidad como gobernador de Judea. Imposible no erizar los vellos ante tal tour de forcé de música y teatro que sobrepasa lo meramente sociológico y nos introduce a la psicología de cada uno de los implicados en este Magnicidio.
JUICIO ANTE PILATOS (Trial Before Pilate)
Pilatos :
Aquí está el rey, en mi casa otra vez.
¿Y qué pasó ? ¿Herodes no es su juez ?
Caifás :
Roma será quien juzgue a Nazaret,
porque el matar no existe en nuestra ley.
Hay que crucificar, tú lo tienes que hacer.
Queremos verle en cruz, tú lo debes hacer.
Pilatos :
Háblame, pues Jesús,
te han traído aquí, maniatado
por tu propio pueblo.
Tú debes saber cuáles son los motivos.
Óyeme falso rey.
¿Dónde está tu Dios ?
¿Y tu reino dónde está ?
Jesús :
Mi reino no es de este mundo. No lo comprendéis, no.
Pilatos :
¿Eres, pues, rey ?
Jesús :
Es lo que dices tú.
Estoy aquí buscando la verdad.
Pilatos :
¿Qué es la verdad ? ¿Acaso es una ley ?
¿Es mi verdad ? ¿O tu verdad lo es ?
Coro :
¡Crucifica, crucifica !
Pilatos :
¿Y qué queréis ? ¿Matar a vuestro rey ?
Coro :
No hay más rey que el César.
Pilatos :
Creo que no ha roto nuestra ley.
Coro :
No hay más rey que el César.
¡Crucifica, clávale !
Pilatos :
Nunca tuvisteis respeto al César,
¿por qué motivo lo invocáis ?
¿Quién es Jesús ? ¿Es diferente ?
Falsos mesías fabricáis.
Coros :
No hay más rey que el César.
¡Crucifica !
Pilatos :
En este hombre no veo culpa.
¿Por qué le odiáis ? Si sabéis que es inocente.
Para matarlo, mi mente duda.
Si lo flagelo, satisfaré a esa gente.
Coro :
Crucifica. Clávale.
[39 latigazos]
Pilatos :
¿De dónde vienes tú ? ¿Quién eres tú, Cristo, dime ?
Si puedo hacer algo para que no mueras, dime.
Tienes tu vida en mis manos y en mi poder.
No te has defendido. ¿Es que no quieres comprender ?
Jesús :
En tus manos nada está,
si tienes poder, te viene del más allá,
todo está dispuesto y no podrás cambiarlo.
Pilatos :
¡Estás loco, Jesús ! Te quiero ayudar.
Coro :
¡Crucifícalo ! ¡Pilatos, ya !
Recuerda al César, es tu deber.
Guardar la paz de nuestro pueblo.
Recuerda al César, si no lo matas
tu puesto lo podrás perder.
¡Crucifica !
(bis)
Pilatos :
No detendré esta destrucción.
Mártir inútil, si quieres la muerte,
muere por fin, pero de esta acción
lavo mis manos de sangre inocente.
En cuanto a las versiones de la obra, estas sobrepasan la decena en todo el mundo. De entre las cuales (he escuchado algunas) sin duda la más lograda es la castellana de Camilo Sesto, al punto de considerársela superior a la original. Traducida y adaptada por Nacho Artime y Jaime Azpilicueta y con la performance instrumental de los Canarios (banda ibérica de la época), el Jesucristo Superstar castellana es fenomenal. Lástima no exista material fílmico al respecto para corroborar la calidad de la interpretación en vivo pero estoy seguro que tratándose de Camilo, de Angela Carrasco como María Magdalena y Teddy Bautista como Judas, aquello fue grandiosamente irrepetible para la historia de la música. A conformarnos con los CDs y las ediciones en YOUTUBE.
Yo quiero decir
si puedo pedir
que apartes de mí este cáliz,
ya no deseo su amargura,
ahora quema, yo cambié, y no sé
por qué he empezado.
Yo tenía fe
cuando comencé,
ahora estoy triste y cansado,
mi camino de tres años
me parece que son treinta
¿y que más puede un hombre hacer ?
Si he de morir
que se cumpla todo lo que tú quieres de mí.
Deja que me odien, que me claven en su cruz.
Yo quiero ver, yo quiero ver, mi Dios.
Yo quiero ver, yo quiero ver, mi Dios.
Quiero saber, quiero saber, Señor.
Quiero saber, quiero saber, Señor.
Si he de morir,
dime si es porque he de ser mejor de lo que fui,
dime si mi vida con la muerte he de cumplir.
Yo quiero ver, yo quiero ver, mi Dios.
Quiero saber, quiero saber, Señor.
Con morir qué voy a conseguir,
al morir qué voy a conseguir.
Quiero saber, quiero saber, Señor.
¿Por qué he de morir ?
Dime por qué quieres que me claven en su cruz.
Muéstrame el motivo, dame un poco de tu luz.
Di que no es inútil tu deseo, y moriré.
Me enseñaste el cómo, el cuándo, pero no el por qué.
Muy bien, yo moriré,
pero, por favor,
cuando muera, mírame,
por favor, mira mi muerte.
Yo tenía fe
cuando comencé
ahora estoy triste y cansado
mis tres años ya son miles.
¿Por qué entonces tengo miedo
de que ya todo termine ?
Dios, yo no empecé
fue tu voluntad
dame el cáliz de amargura,
clava, azota, rompe, mata,
pero pronto,
hazlo pronto, o yo
me voy a arrepentir.
A continuación la fuerza de Getsemanhí interpretada por Camilo Sesto (1978) y Ted Neely (2006)¿cuál les parece la mejor? para mí las dos son electrizantes.
Algunas canciones de Jesucristo superstar
No hay comentarios:
Publicar un comentario