lunes, 31 de mayo de 2010

Hominización o Antropogénesis: ¿del mono dijo, Sr Darwin?


Durante más de un milenio, la civilización occidental se basó en el supuesto de que el hombre fue creado a imagen y semejanza de un Dios. La publicación en 1859 de la obra del inglés Charles Darwin erosionó esta concepción al plantear que los seres humanos eran descendientes de algún animal parecido a los monos antropoides y no el producto de una creación divina. La sociedad de aquella época se vio escandalizada y Darwin sufrió todo tipo de ataques de la Iglesia y de sus adeptos científicos. Pero con el paso del tiempo, la aparición de restos óseos de seres que no eran totalmente humanos -aunque tampoco simios- le dieron la razón a Darwin: el hombre y el mono tuvieron un origen común en la lejana África, cuando hace más de 5 millones de años, una criatura de rasgos simiescos se puso de pie y comenzó el largo camino de la evolución.

Concepto: El origen y evolución del ser humano se explica científicamente con la Teoría de la Evolución. El Ser Humano ha evolucionado biológica y socialmente durante el Pleistoceno desde los primeros Homo habilis hasta el Homo sapiens sapiens. A este proceso se le denomina Hominización o Antropogénesis.


Línea evolutiva del Ser Humano:
En términos zoológicos, el ser humano es un ser vivo eucariota (con células con núcleo) del reino animal (digieren y absorben los alimentos internamente, son aeróbicos y su reproducción da lugar a embriones), dotado de una espina dorsal (phylum: cordados) segmentada (subphylum: vertebrados) que posee mandíbula, cuatro extremidades (superclase: tetrapodos) y que cuando es hembra da de mamar a sus crías (clase: mamíferos) gestadas en una placenta uterina (subclase: euterios). Está provisto de extremidades que tienen 5 dedos, posee clavículas y un único par de glándulas mamarias situadas en el pecho (orden: primates, infraorden: simiformes, suborden: catirrinos, superfamilia: hominoide, familia: homínido, género: homo; especie: homo sapiens sapiens).

Un fantástico árbol genealógico de la especie humana.

Hace 30 ó 50 Ma apareció en África un suborden primate llamado prosimio (lémures, loris, traseros, etc). De otro suborden surgido hacia finales del Eoceno (hace 40 Ma) y llamado antropoideo pronto se separan dos grupos: los monos del Viejo Mundo (catarrinos) llamados simios superiores y los del Nuevo Mundo (platirrinos), los monos inferiores.
De los catarrinos surge una superfamilia: los hominoideos que incluirá a los póngidos, una familia de simios sin cola que pueden dividirse en dos especies asiáticas: gibón y orangután, y tres especies africanas: gorila, chimpancé y, según algunos, el hombre. Para otros científicos, los hombres son parte de la familia de los homínidos separada de los hominoideos. Hay 4 tipos de homínidos: Ardipithecus, Australopithecus, Paranthropus y Homo.

¿Teoría creacionista?¿Teoría evolucionista?
Por qué no una síntesis de ellas.

viernes, 21 de mayo de 2010

Siddartha y el Budismo : en la ruta del Nirvana.

Para hallar los orígenes del Budismo debemos remontarnos al año 563 a.C. Aquel año, Suddodhana, jefe de la casta de los ksatrias (aristócratas guerreros) de Kapilavastu (hoy Nepal) y su esposa Mahamaya tuvieron un bebe: Siddhartha (el que trae el bien). Dice la leyenda que Mahamaya, poco antes de dar a luz, soñó que un hermoso elefante blanco se introducía en su matriz. Poco después del parto, ella fallecería no sin antes escuchar al brahmán (sacerdote) predecir que su bebé sería el gran redentor. A tierna edad, Siddartha mostraba inclinación hacia la meditación, disgustando a su padre quien veía en él a un futuro rey y no a un religioso, por lo que intentó aislarlo del mundo exterior confinándolo a un mundo cerrado de lujos y placeres donde la vejez, el dolor y la muerte quedaron cuidadosamente ocultos. Mas a los 29 años, Siddartha, acompañado por su auriga Channdaka, vio 3 imágenes que lo turbaron por completo: un anciano decrépito que los criados de su padre no escondieron a tiempo, un hombre enfermo y un cadáver ardiendo en el ritual del Ghat, descubriendo de pronto que el sufrimiento es el destino de toda la humanidad.

Así, decidió abandonar la riqueza, el poder y sobre todo a su familia - su padre, su tía Prajapati, su esposa Yasodhara y su hijo Rahula- para buscar vencer la muerte (Gran Renuncia) y convertirse en un ascético monje del Jainismo (religión de la India). Después de 6 años de orar y ayunar abandonó el ascetismo extremo al entender el camino medio del equilibrio: una cuerda demasiado templada puede romperse y una cuerda floja no produce sonido.
A los 35 años, sentado bajo una bodgaya (higuera), decidido a no levantarse hasta haber alcanzado la Iluminación, y tras superar varias tentaciones de los sentidos e ilusiones producidas por su propio yo, consiguió superar sus limitaciones anteriores y alcanzar la iluminación convirtiéndose en el Buda. Morirá a los 80 años, en Kusinagara por haber ingerido alimentos en mal estado. Sin embargo, su vida es el pilar de toda una religión que en el siglo VIII d. C. se expandió por todo el lejano oriente.

El Budismo : Concepto

Religión fundada en el noreste de la India a partir de la doctrina impartida durante los siglos VI y V a.C. por Siddhartha Gautama, más conocido como Buda: el iluminado

Doctrina

El budismo no prevé la existencia de un Dios, solo se sustenta en la ley del dharma (vida) que determina el destino del individuo a través de varias reencarnaciones y del kharma (energía vital del individuo)

En Tibet, India, Bangladesh, Sri Lanka, Birmania, Tailandia, China, Indochina, Corea y Japón existen grupos de Sangas (comunidad de monjes budistas) que concentran a varios arhats (que vale mucho) monjes y monjas iniciados que han eliminado de su atmán (alma) todos los obstáculos para llegar a la iluminación y vivir el nirvana: estado de conciencia superior absoluto.

Las Cuatro Nobles Verdades

  1. dukkha: la vida es sufrimiento;
  2. samudaya: el origen del sufrimiento reside en el deseo que crea ansiedad, fomenta los pecados y nos sume en un estado de ignorancia;
  3. nirodha: la cura contra el deseo es el desprendimiento de todas las cosas: aprender a no desear; y
  4. magga: se aleja al sufrimiento al seguir la Óctuple Senda de la moral, sabiduría y concentración: (1) tener una adecuada visión de las cosas, (2) buenas intenciones, (3) un modo de expresión correcto, (4) realizar buenas acciones, (5) tener un modo de vida adecuado, (6) esforzarse de forma positiva, (7) tener buenos pensamientos y (8) dedicarse a la contemplación adecuadamente.
Expansión:

Desde la muerte de Buda, en el siglo V a.C., hasta el siglo VI de nuestra era, sus enseñanzas se difundieron por toda Asia en dos vertientes principales. Una de ellas, el budismo Theravada o "enseñanzas de los mayores", se desarrolló hacia el sur, llegando a Sri Lanka y el sudeste asiático. Por su camino fueron fundados centros budistas importantes como los de Ajanta o Amaravati, en la India, o Ayutthaya, Angkor o Borobudur, en el sudeste. La otra vertiente del budismo, el Mahayana o "enseñanzas del gran vehículo", se propagó a través de desiertos y montañas hasta Gandhara, en Afganistán, así como hacia el Tibet y China. Kabul, Lhasa, Turfan o Luoyang se convirtieron en centros budistas importantes para esta rama del budismo. En el siglo IV d.C. el budismo Mahayana pasará de China a Corea y, dos centurias después, penetrará en el Japón. Ya en este país, Asuka se convertirá en el foco budista más importante. En el Japón, el budismo y la otra gran religión nipona, el sintoismo, tienen en lugares como Miyajima, Nara o Ise centros de especial significación religiosa. Además, el Monte Fuji es considerado sagrado, y por ello objeto de peregrinación.




Templos budistas


Angkor Wat


Out of the brightest tree the moon became the morning sun. And there again reflected on the dreams of everyone. Out of the starlight night the telling of all our lives. And racing faster than the Northwestern World. Starpoint to signal our endlessness. Starpoint to signal this evermore. Starpoint to compass: We look to the North. To return to the center: Angkor Wat.

I am a child of the universe.

I deserve total recognition of this in the light of God.
Being a child of the universe,
I want to live in a world without war
I want to live in a world without starvation
I want to live in a world without pestilence
I want to live in a world of love, peace and harmony
Because I am a child of the universe.

In the past, present, and future,
You are my knowledge and wealth,
and you are everything.
You are the Mother, and you are the Father.
You are a Friend and Companion
Bringing us out of Death to Survival,
Showing us the truth,
Protecting us and our presence,
In the past, present, and future,
You are my knowledge and wealth
and you are everything.

lunes, 10 de mayo de 2010

Mitos cosmogónicos: cosmovisión antigua.


Se denomina Mitos Cosmogónicos (cosmos: todo, gónico viene de gen: inicio) a los antiguos relatos sobre la Creación del Universo, Mundo o Tierra que cada pueblo o civilización primigenia elaboró- sin conocimientos científicos- según su Cosmovisión. Son mitos ya que son relatos en los que se narra la intervención de una fuerza sobrenatural o Dios o dioses creando TODO.
El más antiguo mito de la creación es el Enuma elis (cuando arriba), escrito 15 siglos aC en Babilonia.
 
When in the height heaven was not
A mush-hushshu-dragon, and a lahmu-hero
named,
And the earth beneath did not yet bear a name,
And the primeval Apsu, who begat them,
And chaos, Tiamut, the mother of them both
Their waters were mingled together,
And no field was formed, no marsh was to be seen..

Relata el nacimiento del mundo a partir del Caos: en el principio estaban combinadas el agua del mar (la diosa Ti'amat), el agua de los ríos (el dios Apsu) y la niebla (el Mummu). Ti'amat y Apsu engendraron a Lahmu y Lahamu, dioses que representaban el sedimento, y éstos engendraron a Anshar y Kishar, los dos horizontes —entendidos como el límite del cielo y el límite de la Tierra—. En aquellos tiempos, el cielo (Anu) y la Tierra (Enlil) estaban unidos. Según la versión asiria, Marduk, el dios de los vientos, se enfrentó a Ti'amat, diosa del mar, la mató, cortó su cuerpo en dos y, separando las dos partes, construyó el cielo y la Tierra. Posteriormente, creó dos pirámides zigurats de siete terrazas montañosas: la superior o reino de Bel era el mundo visible y la inferior o reino de Ea, la estancia de los muertos. Los dos mundos estaban separados por el mar Océano, y en el Cielo estaba el Sol, la Luna y las estrellas gobernadas por sendos dioses.
Para los egipcios, Atum, el dios Sol, engendró a Chu (el aire) y Tefnut (la humedad), y éstos engendraron a Nut (el cielo) y Geb (la Tierra) quienes a su vez engendraron a los demás dioses del panteón egipcio. Pero luego, Chu, el aire, los separó, formando así el mundo habitable que asemejaba a una caja, alargada de norte a sur tal como su país, de la que fluía el río Ur-Nes (Nilo), que nacía en el sur. En los bordes de este mundo, en cada punto cardinal, había columnas que resistían una bóveda sólida de la que pendían como lámparas las estrellas. El Sol, durante el día, recorría el cielo de oriente a poniente y, durante la noche, rodeaba la Tierra por el norte en un barco que navegaba por el río Ur-Nes, escondida su luz de los humanos detrás de las altas montañas del valle Dait.
Según los mitos hindúes, el Universo era una superposición de tres mundos: el cielo, el aire y la Tierra. La Tierra era plana y circular, sostenida por cuatro grandes elefantes, que a su vez estaban sobre la caparazón de una enorme tortuga y ésta sobre la eternidad, simbolizada por una serpiente mordiéndose la cola. En el centro de la Tierra se encontraba el mítico monte Sumeru (el Himalaya), en un continente circular rodeado por el océano. El cielo tenía siete niveles y el séptimo era la morada de Brahma; otros siete niveles tenía el infierno, debajo de la Tierra.

La cosmogonía china gira alrededor de la idea de que el Universo estaba formado por dos elementos: el yang y el yin, asociados al movimiento y al reposo, respectivamente. El yang y el yin se encontraban mezclados antes de que se formara el mundo pero fueron separados por la rotación del Universo. El yang móvil fue arrojado a la periferia y formó el cielo, mientras que el yin inerte se quedó en el centro y formó la Tierra. Los seres vivos y planetas, guardaron proporciones variables de yang y yin.

De todos los relatos cosmogónicos griegos, la Teogonía de Hesíodo es la obra mejor conocida. Escrita a finales del siglo VIII a. C., es la fuente de toda la mitología griega. Según Hesíodo, al comienzo no había nada, simplemente el vacío, al que llama Caos. Estima que de Eros, el amor, el motor del universo y el Tártaro, una región espectral, nace Gea, la Tierra. Bajo ésta sigue existiendo el Caos, el cuál engendra al Erebo, que luego dará lugar a los infiernos. También surgirá Nix, la noche, que junto a Erebo engendrará a Eter, la luz celestial, y a Hemera, la luz del día. Gea, al recibir la luz engendra a Urano, el cielo, el cuál tiene su misma extensión, y con el que podrá tener todos los hijos que desee.

La cosmovisión incaica dividía al Universo en tres ámbitos: hanan pacha o el mundo de arriba donde habitaban los dioses, kai pacha era el mundo de aquí y el presente donde vivían los seres humanos, y ucu pacha o mundo subterráneo donde habitaban los ancestros y las fuerzas de la fertilidad. En cuanto al dios Creador, éste se llamaba Atún-Kon-Ticsi-Huira-Cocha, convertido en dios oficial en el gobierno de Pachacútec.