miércoles, 8 de octubre de 2008

"La alegoría de la caverna" de Platón. "La República" Libro VII.

Imagina una especie de caverna subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz e imagina unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello de modo que tengan que estar quietos mirando únicamente hacia adelante, debido a que las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto; y a lo largo del camino suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a los biombos que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus títeres -¡Qué extraña escena describes y qué extraños prisioneros!- Iguales que nosotros, porque, en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos? -Claro que no, si toda su vida están forzados a no mover las cabezas. -¿Y no sucede lo mismo con los objetos que ven por encima del tabiquillo? -Indudablemente.

Y, si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos? ¿Y si la prisión contara con un eco desde la pared que tienen frente a sí, y alguno de los que pasan del otro lado del tabiquillo hablara?, ¿no piensas que los encadenados creerían que lo que oyen proviene de la sombra que pasa delante de ellos? - ¡Por Zeus que sí ! - Entonces no hay duda de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.

Examina, pues, qué pasaría si estos fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente: cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz , y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes no veía más que sombras insubstanciales y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos.? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?

Y, si se le obligara a fijar su vista en la luz misma ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría que éstos son realmente más claros que los que le muestran? -Así es-. Y si a la fuerza se le arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos? -No, no sería capaz, al menos por el momento.- Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba.

Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los cuerpos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio. -Tienes razón-.

Y por último, creo yo, seria el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que él estaría en condiciones de mirar y contemplar. Y, después de esto, agregaría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible y es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían. Y cuando se acordara de su anterior morada, del tipo de conocimiento que reinaba y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?.

Y, si hubiese habido entre los encadenados honores o recompensas que se otorgaban los unos a los otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien preferiría decididamente «ser siervo en el campo de cualquier labrador sin caudal»o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable? - Yo creo que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida-.

Piensa ahora esto: si descendiera nuevamente y ocupara de nuevo su mismo asiento, ¿no tendría ofuscados los ojos por las tinieblas, al llegar repentinamente del sol? Y si tuviera que discriminar de nuevo aquellas sombras, en ardua competencia con aquellos que han conservado en todo momento las cadenas, y viera confusamente hasta que sus ojos se reacomodaran a ese estado y se acostumbraran en un tiempo nada breve, ¿no se expondría al ridículo y a que se dijera de él que, por haber subido hasta lo alto, se había estropeado los ojos, y que ni siquiera valdría la pena intentar subir? Y si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz, ¿no lo matarían? – Seguramente-

Pues bien, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh, amigo Glaucón! a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol. En cuanto al ascenso al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer y que sólo la divinidad sabe si es cierto.

En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la Idea del Bien, pero una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que en el ámbito visible ha engendrado la luz y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo público.

No hay que asombrarse de que quienes han llegado allí no estén dispuestos a ocuparse de los asuntos humanos, sino que sus almas aspiran a pasar el tiempo arriba; lo cual es natural, si la alegoría descrita es correcta también en esto. Tampoco sería extraño que, de contemplar las cosas divinas, pasara a las humanas, se comportase desmañadamente y quedara en ridículo por ver de modo confuso y, no acostumbrado aún en forma suficiente a las tinieblas circundantes, se viera forzado, en los tribunales o en cualquier otra parte, a disputar sobre sombras de justicia o sobre las figurillas de las cuales hay sombras, y a reñir sobre esto del modo en que esto es discutido por quienes jamás han visto la justicia en sí.

Pero si alguien tiene sentido común, recuerda que los ojos pueden ver confusamente por dos tipos de perturbaciones: uno al trasladarse de la luz a la tiniebla, y otro de la tiniebla a la luz; y al considerar que esto es lo que le sucede al alma, en lugar de reírse irracionalmente cuando la ve perturbada e incapacitada de mirar algo, habrá de examinar cuál de los dos casos es: si es que al salir de una vida luminosa ve confusamente por falta de hábito, o si, viniendo de una mayor ignorancia hacia lo más luminoso, es obnubilada por el resplandor. Así, en un caso se felicitará de lo que le sucede y de la vida a que accede; mientras en el otro se apiadará, y si se quiere reír de ella, su risa será menos absurda que si se descarga sobre el alma que desciende de la luz.

sábado, 12 de abril de 2008

Cronología: los calendarios en la historia.


Etimológicamente el término «calendario» procede de «calenda»: el primer día de cada mes en Roma. El calendario es un sistema de medida convencional que determina la forma más exacta posible de medir el tiempo y que regula la vida civil, religiosa y litúrgica. Está establecido, esencialmente por tres elementos: el año, el mes y el día, a los que se añade, en algunas culturas, la semana. A lo largo de la vida de la Humanidad encontramos varios tipos de calendarios: aquellos que se rigen según algún astro (lunar, solar, lunisolar), según la religión (judío, cristiano gregoriano, musulmán), según algún hecho histórico (romano, republicano francés), e incluso, según, ciclos litúrgicos que se establecen en base a un número particular, como el  40. Estudiemos a continuación la aparición de distintos calendarios a lo largo de nuestra historia.
  • El conjunto arquitectónico de Stonehenge (al sur de UK) es el más antiguo calendario del mundo y data del 2,500 aC.
  • Los egipcios antiguos fueron quienes dividieron el día en 24 horas y adoptaron el año solar en vez del lunar.
  • Los antiguos babilónicos establecieron la semana de siete días, la hora de 60 minutos y el minuto de 60 segundos. Ellos, para prevenir la pérdida de días que se producía en su calendario, incluyeron años especiales de 13 meses. Este decimotercer mes estaba cargado de influjos religiosos negativos de donde se deriva la superstición del número 13.
  • El calendario judío parte del año 3761 a.C., fecha de la creación del mundo según la Torah, y es lunisolar con meses lunares de 29 y 30 días. Cada tres años, intercala un mes extra. Para celebrar los 7 días de la Creación crearon la semana o «septimana» que culmina con el día de descanso: el sabbath: sábado. Posteriormente, a los días de la semana se le dieron nombres de planetas o de personajes mitológicos, primero romanos y luego germánicos. En el 327 dC el emperador Constantino la adoptó como unidad básica del Imperio Romano de Oriente
  • Los griegos adoptaron un calendario lunisolar con 12 meses de 29 y 30 días resultándoles en total 354 días.
Latín
Dios/cuerpo celestial
Dios germánico
Castellano
Inglés
Italiano
Dominica
Solis
Sol
---
Domingo
Sunday
Domenica
Feria II
Lunae
Luna
---
Lunes
Monday
Lunedí
Feria III
Martis
Marte
Tiu
Martes
Tuesday
Martedí
Feria IV
Mercuri
Mercurio
Woden
Miércoles
Wednesday
Mercoledí
Feria V
Iovis
Júpiter
Thor
Jueves
Thursday
Giovedi
Feria VI
Veneris
Venus
Freya
Viernes
Friday
Venerdí
Sabbath
Saturni
Saturno
---
Sábado
Saturday
Sabato
  •     El calendario romano constaba de 10 meses lunares y era confuso hasta que César en el 45 aC  encargó al astrónomo egipcio Sosígenes de Alejandría crear un calendario solar de 365 días ampliándose a 15 los meses del año 44 aC con una duración de 445 días. Para remediar el retraso acumulado del calendario egipcio intercalaba un día al mes más corto del año bisiesto (bisextus: dos-sexto:366 días). Este calendario, usado por 16 siglos, estableció el orden de los meses. 
  • El calendario musulmán tiene como base el año lunar de 12 meses, cinco de los cuales son de 29 días y el resto de 30, resultando al año de 354 días. Se calcula a partir del año 622, el día posterior a la Hégira, o salida de Mahoma de La Meca a Medina. De todas las fiestas, la más importante es la del Ramadán o mes de ayuno en el que se conmemora la primera revelación de Alá a Mahoma, posteriormente transcrita al Corán, libro sagrado del Islam.
  • Hacia el siglo IX, el emperador Carlomagno (742-814) trata de cambiar el calendario juliano llamando a los meses ya no con  nombres de dioses y emperadores romanos, sino según el paso natural de las estaciones en Francia. Este proyecto recién se lograría en el siglo XVIII, en tiempos de la Revolución Francesa.
  • El calendario cristiano gregoriano fue establecido en 1582 por el Papa Gregorio XIII para superar los 11 días acumulados del calendario juliano cuyo último día fue el jueves 4 de octubre de 1582 pasando el siguiente día a ser 15 de Octubre. Este calendario fue adoptado paulatinamente por los demás pueblos de Europa.
  • En 1792, en tiempos de la Revolución Francesa, la Convención abolió legalmente la monarquía y fundó la I República francesa proponiendo la creación de un nuevo calendario que constituiría el inicio de una nueva era. Los astrónomos y matemáticos –Simon Laplace (1749-1827) entre ellos- agruparon 12 meses de 30 días según los fenómenos climáticos, y el poeta Fabre d'Eglantine les nombró:
·       
#   
Nombre del mes 
Inicio del mes en nuestro calendario
significado: mes de...
1
Vendimiario
22 de septiembre
la vendimia
2
Brumario
22 de octubre
las nieblas
3
Frimario
21 de noviembre
las heladas
4
Nivoso
21 de diciembre
las nieves
5
Pluvioso
20 de enero
las lluvias (del latín pluviosus)
6
Ventoso
19 de febrero
los vientos
7
Germinal
21 de marzo
la germinación (de germinare)
8
Floreal
20 de abril
la floración (del latín floreus)
9
Pradial
20 de mayo
los prados
10
Mesidor
19 de junio
la siega de las mieses
11
Termidor
19 de julio
el calor (del gr. therme, calor)
12
Fructidor
18 de agosto
los frutos
 
40 días...
Fecha
Festividad
Otras fiestas asociadas o dependientes
... después de Navidad
02 de febrero
La Candelaria
·         Aquelarres de brujas en la antigua Britania
·         Fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno
... después del equinoccio de primavera.
01 de mayo
Las cruces de mayo
·         Festival de Mighty Queen  en pueblos celtas
·         Noche de Walpurgis (Alemania)
·         Fiesta de las Cruces en todos los Andes
... antes del domingo de Pascua
variable (posterior a la 1º luna llena después del equinoccio  primaveral)
Miércoles de ceniza (inicio de la cuaresma)
·         Semana anterior: Carnaval:“se va la carne”
·         El domingo posterior al miércoles de ceniza: domingo de piñata
El tiempo que dura la cuaresma (del latín quadragésima: 40)
Variable (son 46 días naturales después del miércoles de ceniza, aunque, como se trata de días de ayuno y los domingos no cuentan, el total queda reducido a 40 días)
·         Pascua Judía florida: celebra el Éxodo en tiempos de cautiverio.
·         Semana santa cristiana: comienza Domingo de Ramos, incluye el Viernes Santo y termina el Sábado Santo;
·         Pascua de Resurrección: domingo siguiente a la 1º luna llena de primavera.
·         Práctica pagana de los huevos de Pascua.
·         Pentecostés (del latín quincuagésimo) cristiano: 7º domingo después de Pascua de acorde a la Pascua granada judía.
·         Pascua granada judía o Shavuot para conmemorar el final de la recogida de la cebada: 7 semanas después de Pascua florida
·         Corpus Christi: jueves siguiente a Pentecostés.
·         Fiesta de la Santísima Trinidad: domingo anterior a Corpus Christi
... después del equinoccio del otoño
01 de noviembre
Todos los Santos
·         31 de octubre: aquelarres de brujas en la antigua Britania, Halloween en USA y fiesta de Samhain (dios celta de la muerte)