sábado, 31 de octubre de 2009

El Maestro: indicios míticos a propósito de la Carrera Magisterial.


La figura del maestro en Star Wars
Citas de El héroe de las mil caras (1965) de Joseph Campbell

Cuando un héroe ha decidido emprender una aventura, NO LO HACE SOLO. El destino ha movido ya los hilos invisibles y es entonces cuando la ayuda sobrenatural aparece. El héroe puede encontrar una figura protectora que le proporciona sabiduría y elementos (espadas, amuletos, etc) para el viaje que comienza. “Las mitologías superiores han desarrollado la gran figura del guía, el maestro, el conductor, el que lleva las almas al otro mundo.”
Este papel es desempeñado por varias figuras en la mitología, para los griegos era Hermes, para los egipcios Toth, en la tradición babilónica de Gilgamesh era el barquero Ut-Napishti, en el cristianismo son los Ángeles o el Espíritu Santo. En la literatura clásica encontramos al poeta Virgilio que guía a Dante a través de los nueve círculos del infierno en La divina comedia; en Fausto, Goethe nos presenta al misterioso e inquietante Metistofeles. En las leyendas artúricas aparece el mago Merlín como guía del rey Arturo. A pesar de que el encuentro con el maestro es muchas veces el primer paso a un mundo más basto, su encuentro a veces puede ser devastador, “a menudo se subraya el peligroso aspecto de esta figura mercurial, porque él es quien induce a las almas inocentes a los reinos de la prueba.”
Y así es, porque generalmente estos maestros son lo que vienen a destruir la concepción de nuestro mundo, generalmente son portadores de una verdad sobre nosotros mismos que ignoramos o se acercan para proporcionar una enseñanza con alguna intención oculta, o bien con un don que es toda una tentación. Sea como fuere el maestro aparece hasta que el alumno está listo, (aunque él piense que no lo está) En diversas culturas se pondera la sabiduría del viejo maestro, pero quizá en ninguna de manera tan atrayente como en las orientales.

Sensei, es una palabra japonesa que significa: “uno que ha andado antes.” El maestro es alguien que ha escuchado el fuego del conocimiento en su interior y lo ha encendido, un maestro es quien propiamente habla en nombre del fuego del conocimiento, un ser iluminado que obra por gracia del destino para que el héroe cumpla su cometido. En Star Wars aparecen muchos maestros que guían a nuestros héroes, pero primordialmente mencionaremos a tres, Obi-Wan-Kenobi, Yoda y Palpatine. Para Anakin, Qui-Gon Jin fue su primer maestro, el Jedi que confió en él y lo presentó ante el consejo para que fuera entrenado, no obstante, Qui-Gon desde el más estricto sentido de los hechos no es el maestro de Anakin ya que es asesinado y no puede ni siquiera iniciar el entrenamiento del chico, sin embargo antes de morir le hace prometer a su alumno Obi-Wan, que él entrenará al niño, éste acepta y es así como se inicia la relación maestro-alumno. Obi-Wan instruye a Anakin y con el paso del tiempo las habilidades del chico aumentan al mismo tiempo que su arrogancia.

Anakin desarrolla poderes y facultades muy por encima del Jedi promedio y con frecuencia cree que es mejor que su maestro. Esta relación deriva en un enfrentamiento del que Anakin apenas sale vivo y es obligado a usar un traje para seguir con vida. A pesar de su victoria Obi-Wan no puede impedir la destrucción de los demás Jedi ni la instauración del Imperio, por estas razones se ve obligado, (al igual que Yoda) a ocultarse. Con ello, ambos renuncian por completo a todos sus apegos, (incluso Obi Wan cambia su nombre a Ben Kenobi) se retiran del mundo y pasan al anonimato, se convierten entonces en ermitaños en espera del momento en que habrán de reaparecer. He aquí un elemento más de la mitología, el humilde mendigo o ermitaño que es portador de un poder y sabiduría más allá de lo imaginable.

En oriente por ejemplo, es muy común encontrar a los grandes dioses disfrazados de mendigos, locos o ermitaños, sólo aquel que tiene el espíritu dispuesto y ve más allá de las apariencias es capaz de acceder a sus conocimientos. “A veces como un tonto, otras veces como un sabio, unas veces poseído de real esplendor, otras errando, unas veces tan quieto como un pitón, otras veces con una expresión benigna, a veces insultado, otras desconocido; así vive el hombre iluminado, siempre feliz con la suprema dicha.” Yoda, el pequeño (pero poderoso) maestro Jedi aparece ante Luke en el episodio V (El Imperio contraataca) como un molesto ser que no hace más que exasperarlo,. Luke, -quien no imagina siquiera que ese ser tan pequeño puede ser el más grande maestro Jedi-, desprecia inicialmente la ayuda que el minúsculo ser le ofrece y se molesta con él porque cree que le hace perder el tiempo a propósito, Luke tarda pero al fin y al cabo se da cuenta, (porque Yoda lo permite) que tiene ante sí al maestro que está buscando.

Es común que el iniciado, incapaz de mirar más allá de lo material, desdeñe los dones que se le ofrecen, ciego ante lo trascendente es probable que nunca vuelva a tener una oportunidad así, sin embargo para el héroe que ha de cumplir una misión, es necesario que el maestro se revele ante él. Yoda entonces se encarga del entrenamiento de Luke, quien no acaba de convencerse de las capacidades de su nuevo maestro hasta que Yoda rescata del fango la nave de Skywalker con el poder de La Fuerza



El aporte de Yoda al entrenamiento de Luke es importante, pero Obi Wan es quien inicia al joven Skywalker en los poderes de La Fuerza. Pero eso no es todo, ya que también le informa a Luke que su padre no era un piloto de carga como su tío le había dicho sino que en realidad había sido un valiente guerrero Jedi e incluso le da la espada de luz de su progenitor. Esta revelación que cambia por completo la concepción de Luke con respecto a su ausente figura paterna abre la puerta para que Luke inicie una transformación interna. “Obi Wan le da a Luke no sólo un instrumento físico, sino un compromiso y un centro psicológico que renueva de ideales el mundo del chico”.

Pero si Luke decidió tomar esta enseñanza, su padre Anakin no lo hizo y prefirió dejar a Obi Wan y eligió como maestro nada menos que al temible Darth Sidious, señor del lado oscuro. El maestro, como lo mencionamos con anterioridad, no es siempre esa fuerza benigna, también puede presentarse como un demonio portador de dones que deseamos.

Halloween : celebrando a Gogol.

Es interesante como lo mágico y lo religioso rigen mucho en nuestras vidas. Esto de festejar Halloween tiene mucho de mágico-religioso. Pero también, es síntoma de la alienación que vive nuestro pueblo –cada vez más cosmopolita y, a su vez, tan ralo en identidad-. Hace 10 años esto no existía. Sólo en Miraflores y San Isidro algunos ñaños salían con sus disfraces a asaltar a los transeúntes con su amenazante: “¡¿truco o dulce?¡”. En estos tiempos, Halloween ya es una fiesta adoptada hasta en los conos y comercialmente exitosa. No por ello deja de ser peligrosa.
No quiero asustar a mis afanosos vecinos quienes ya vistieron con pacharacosos disfraces a sus pequeños demonios los cuales, dicho sea de paso: no tienen la culpa de tanto entusiasmo por andar vestidos de Spiderman, Jack Sparrow, Ben 10 o de Barbie, Stephanie de Lazy Town o de gnomos  o brujitas. Lo que quiero advertir es que esto de Halloween es realmente peligroso. Y no me la doy de cucufato,eh. Pero esta fiesta agrícola ancestral se basa justo en recordar que cada 31 de octubre o sea 40 días después del equinoccio del otoño septentrional se abre un portal entre el mundo de los muertos y el de los vivos.  Así como lo lees. Entre la noche del 31 de octubre y el 01 de noviembre (día de los Santos: All Holly eve: Halloween ) los druidas celtas celebraban la fiesta de Samhain (dios celta de la muerte) propiciando una reunión con los seguidores de este dios del mal: “En la oscuridad de la noche las brujas empizaban a salir. Toques de tambor como llamando a la gran reunión. Unas trompetas anunciaban la llegada del Gran Jefe, el Demonio. Silbidos. Aparecía el Jefe al que todos rendían adoración según iba pasando. En lo álgido del Sabbat, empezaban a despuntar los primeros rayos de sol que hacía estremecer de miedo a la turba que volvía al monte, en donde se encierraban de nuevo. Sonaba la campana de una cercana Iglesia. La amanecida tomaba un carácter dulce y melódico como si ya el ambiente hubiese quedado purificado. El día se hacía más claro y brillante, lleno de luz y claridad. Campanas. Con la diurnidad total terminaba la obra.”. Abierto el umbral, los vivos podían comunicarse con los muertos,  siempre guiando sus pasos mediante velas encendidas dentro de calabazas con el fin de impedir que, por ejemplo, apareciesen dentro de tu cama. Por otra parte, con tanto espíritu del mal rumbo al aquelarre, era mejor vestir a nuestros pequeñines de diablos evitándoles un susto por parte de esas ánimas chocarreras. Y bien, ¿qué relación tiene esta costumbre celta con nosotros?. Pues resulta interesante reconocer que aquel dios celta Samhain sobrevivió a la extirpación de idolatrías que realizó San Patricio(387-461), cambiando de DNI y tomando una nueva identidad: la del Beelzebuh judío, tomando un nuevo nombre: Satán.
Entonces, que nuestros pequeños se disfracen y que busquen caramelos yendo en patota por las calles, bacán. Pero, cuidado; detrás de ello, hay más. Oculto. Hay más de magia, mito y religión. No es sólamente una fiesta pagana. Es una fecha liminal. Los límites se difuminan. El portal queda abierto con el riesgo de que alguien inocente lo cruce y no regrese jamás. Mismo Hotel California: "podrás entrar pero nunca salir".........Bueno, ya me dio miedo. Todo esto me ha hecho recordar -casi a manera de deja vu- que una vez mi padre, sin tener ninguna remota idea sobre Halloween, me llevó al cine a ver - según él- algo propio de mis inocentes 10 añitos: una película de Disney: Fantasía (1940). ¡¡Para qué lo hizo¡¡. Quedé muy asustado. Creo que él también. ¿Por qué? Pues les presento a manera de catársis: la escena. 

Se llama Una noche en la árida montaña (Night on bald mountain) basada en la composición del ruso Modest Moussorgski (1839-1881): Ivanova noch’ na Liso (1860) inspirada, a su vez, en un cuento corto de su compatriota Nikolai Gogol (1809-1852) : La noche de San Juan que narra la experiencia de un campesino, que estando cerca del monte árido, ve todo un ritual de brujeria. Justo, de la pluma de Gogol también salió uno de los cuentos más terroríficos El viyi (ruso:Вій), publicado en el primer volumen de su colección de cuentos titulada Mirgorod (1835). Este cuento fue llevado a la pantalla en 1967 por el cineasta Georgi Koprachyov logrando para muchos una de las películas de terror más importantes de todos los tiempos. Antes de presentarles la escena más espeluznante - ojo, sólo apta para mayores (aunque, sorprende cómo algunos menores, acostumbrados a ver Hostel, El aro u otra de esas películas escabrosas, no se asustan para nada)- les cuento y confieso que esta peli me asustó mucho cuando la ví en canal 7 a altas horas de la noche y a oscuras. En fin, tanto la obra de Moussorgski, Gogol  o Disney son hoy grandes alegorías sobre la lucha entre el bien y el mal. Gana el bien. ¿Siempre?.
                                 El Viyi de Nikolai Gogol
"La historia trata de tres estudiantes que ese encuentran en el Monasterio Bratsky en Kiev. En el seminario, existen cuatro tipos de estudiantes, los gramáticos, retóricos, filósofos y teólogos. Cada verano después del fin de las clases, normalmente los estudiantes emprenden una larga de procesión de camino a casa, que se hace cada vez más pequeña a medida que cada estudiante se separa del camino principal. Finalmente el grupo se reduce a tres estudiantes el teólogo Kaliava (que se traduce aproximadamente como "huesos perezosos"), el filósofo Khoma Brut ("Tomás Bruto", en referencia al apóstol y al hijo adoptivo de Julio César) y el retórico Tibery Gorobets ("Tiberio Gorrión"). Mientras cae la noche los tres estudiantes esperan encontrar una aldea donde puedan conseguir descanso y alimento. Sin embargo, se pierden en el bosque y finalmente encuentran dos pequeñas casas y una granja. Una anciana les dice que tiene una pequeña habitación y no puede acomodar a más viajeros, pero finalmente acepta dejarles entrar. El retórico es instalado en la choza, el teólogo en un armario vacío y el filósofo en el pesebre vacío de las ovejas. Por la noche la anciana acude junto a Khoma. Al principio el estudiante cree que está intentando seducirlo, pero cuando se acerca ve que los ojos de la anciana brillan de forma extraña. Salta sobre su espalda y reticentemente se encuentra galopando con ella sobre él, que posee una fuerza increíble. Finalmente Khoma consigue vencerla cantando oraciones y exorcismos en voz alta, entonces la obliga a desmontar y con un palo la golpea como castigo. Entonces la anciana se derrumba y descubre que se ha convertido en una hermosa chica. Khoma huye a Kiev y continúa su vida allí, hasta que un día un deán le cuenta el rumor de que la hija de un rico cosaco fue encontrada casi muerta a golpes cerca de su casa, y que su último deseo fue que Khoma el filósofo acudiera y rezara salmos sobre su cadáver durante tres días después de su muerte. Aunque Khoma está inseguro de por qué la chica se refería a él específicamente, el déan le ordena que vaya a la casa del cosaco y cumpla el último deseo de su hijo. Varios cosacos lo llevan por la fuerza a la aldea donde vivía la chica. Sin embargo, cuando le muestran el cadáver, Khoma descubre que es la bruja con la que se enfrentó anteriormente. Entre los cosacos se rumorea que la chica había hecho tratos con el diablo y cuentan historias horribles sobre sus malos actos, como montaba a otras personas, se veía su sangre y cortaba las trenzas de las chicas de la aldea. Khoma se muestra reticente a rezar sobre el cuerpo de la bruja de noche, pero los cosacos dicen que así debe hacerlo durante tres noches.
En la primera noche, cuando los cosacos llevan el cuerpo de la bruja a una iglesia en ruinas, Khoma se siente asustado pero se tranquiliza cuando enciende velas para alejar la oscuridad, salvo en el techo. Mientras reza, se imagina que el cadáver se levanta, pero el cuerpo permanece inmóvil. Sin embargo, de repente, Khoma levanta la cabeza y se encuentra con la bruja sentada en su ataúd. Comienza a caminar alrededor, buscando a alguien, y comienza a acercarse a Khoma, pero el estudiante traza un círculo de protección a su alrededor que la bruja no puede cruzar. Ella gruñe y él comienza a exorcizarla, obligándola a regresar a su ataúd. De repente, el ataúd comienza a volar por la iglesia, y la bruja intenta asustar a Khoma para que salga el círculo, pero llega el amanecer y el estudiante ha conseguido sobrevivir a la primera noche. A la noche siguiente se producen sucesos similars, más horribles que antes, pues la bruja convoca a demonios alados y ciegos y otros monstruos que vuelan sobre la iglesia, pero que no pueden atacar a Khoma porque no pueden verle. Cuando los cosacos encuentran a Khoma a la mañana siguiente está casi muerto, pálido y apretado contra la pared. Intenta escapar al día siguiente pero los cosacos lo capturan y lo llevan a la iglesia para que termine el exorcismo. A la tercera noche el cadáver de la bruja se comporta de forma más terrible y llama a los demonios y monstruos para que traigan al Viyi a la iglesia, una criatura que puede verlo todo. Khoma se da cuenta de que no debe mirar a la criatura cuando los demonios le levantan sus enormes párpados para que pueda mirarle, pero no puede evitarlo y ve un horrible rostro de hierro observándole. El Viyi señala en su dirección y los monstruos ciegos caen sobre él. Khoma muere de terror. Sin embargo, los monstruos no se han escuchado el primer canto del gallo y no consiguen escapar de la iglesia cuando amanece. Un sacerdote llega al día siguiente para encontrar a los mosntruos paralizados en las ventanas tratando de huir de la iglesia, que es abandonada para siempre y finalmente se llena de zarzas y árboles. La historia termina con los otros dos amigos de Khoma comentando su muerte y afirmando que su final se debió a que su voluntad flaqueó y mostró miedo de los demonios". (fuente: Wikipedia)

lunes, 5 de octubre de 2009

110 años de Paz y Bien


A propósito de las celebraciones jubilares  de nuestro plantel centenario, quiero transmitir a la comunidad misericordiana que ser parte de estos 110 años de vida institucional resulta todo un honor para mí. No deja de asombrarme lo rápido que ha pasado el tiempo desde aquel día de verano en el que llegué por vez primera a este colegio y quedé muy impresionado por su deslumbrante arquitectura. Sin exagerar, después de transitar por las tradicionales calles y quintas hechas de adobe y quincha de este Barrios Altos querido, el entrar a este imponente recinto de tres pisos y casi cúpula crema fue para mí como revivir la Brasilia modernista de los 60s. Y es que la infraestructura de nuestro plantel es una de las fortalezas institucionales que más resalta, debiéndose ello, a la labor y visión de nuestras directoras pertenecientes desde 1899 a la Congregación de Hermanas Franciscanas de la Inmaculada Concepción.
Lo segundo que recuerdo es la amabilidad de su personal. Me falla la memoria si es que me recibió el Señor Antonio, el mejor portero y la persona más amable del colegio en estos últimos 10 años. Lo que sí no olvido es la belleza y simpatía de sus secretarias. Buenas tardes- dije a la más joven de ellas y cuando ella me contestó en seguida caí rendido ante esos ojos tan claros como la miel más pura. Ya luego conocí a la subdirectora Violeta Guzmán, a la coordinadora de Primaria Maria Elena Hinoaka y a la entonces directora Hna María Antonieta. Poco a poco, fui conociendo a los demás docentes: cómo olvidar el carisma franciscano de Madre Alicia, a la entonces coordinadora de pastoral y hoy  directora Hna Aleyda, a Madelaine y sus palabras cálidas, los cuidados de la siempre tierna Dorita, la rectitud de miss Judith, a la siempre amiga  Lucero, el donaire y franqueza de Emma Garcés,  las misses superpoderosas Guadalupe, Paula e Ivanca; a Aurora, Lidia, Carmela Salomé, a Coco, Mimí, Blanca, Claudia, Yliana, Marina, Leonor, a  la Sra Gladys, don Ricardo, Javier, y a  mis amigazos Marco Iriarte y Jorge Luis García, mentores y co-fundadores del "Club de Tobi" aquella otra institución paralela de hermandad y buena vibra. Y muchas y muchos misericordianos más que han ido llegando o partiendo de este plantel convirtiéndose todos ellos en una familia que - más allá de las distancias, intereses compartidos, diferencias, entusiasmo y complicidad en aventuras institucionales- es al fin y al cabo, gran parte de mí,  todos y cada uno de ellos protagonistas de mi experiencia como persona.
Pero, sin duda alguna, el primer lugar en los recuerdos que estos 110 años provocan en mí lo conforman cientos y cientos de rostros de pequeñas alumnas que poco a poco fueron creciendo, aprendiendo a mi lado - pese a mi exigencia y mal humor - y enseñándome cada una de ellas que el camino hacia la santidad que transitó Madre Clara, nuestra fundadora, se presenta de maneras diversas. Benditas sean ellas. Por darle sentido a mi vida como profesional. Gracias a todas ellas, y a cada uno de sus padres y madres, por darle sentido a este plantel. Porque sus voces, travesuras y talento aún viven en cada rincón de esta obra misericordiana de puro amor franciscano y de aroma a naranjo.